The Legend of Zelda: Breath of the Wild lleva una semana con nosotros, pero la aventura no ha hecho más que empezar. Solo hace falta dar un pequeño paseo por el juego para darse cuenta que el nuevo mundo que ha diseñado Nintendo en enorme, hermoso pero también muy peligrosos. Sin lugar a dudas, esta última aventura de Link tiene una dificultad mucho más elevada que las anteriores, por eso hoy os traemos una serie de consejos para que sobreviváis en estos inhóspitos parajes.
Cómo sobrevivir en Breath of the Wild
- Sigue un poco la trama principal al inicio: Tras el comienzo en la Meseta, pronto podremos ir libremente por todo Hyrule. Seguramente sientas la tentación de explorar el extenso mapa que ofrece Breath of the Wild, pero te aconsejamos que todavia no lo hagas, ya que el desafío es excesivo en algunas zonas, sobre todo teniendo en cuenta que en este momento puedes tener como mucho 4 corazones de vida. Tras salir de la Meseta, sigue la misión principal hasta Kakarico, completando los santuarios que te encuentres, comprando equipamiento y domando un caballo en cuanto puedas. Sin mucho esfuerzo conseguirás una mejora más para cuando llegues a la aldea y estarás mucho más preparado para los desafíos que te encuentres, por lo que será buen momento para empezar a explorar con menos riesgo.
- Obsérvalo todo: Existen unos seres, los Kolog, que se esconden en infinidad de lugares y que al encontrarlos nos dan sus semillas, que nos permiten mejorar el tamaño de la alforja. Sospecha cada vez que veas una estructura que parezca poco natural: piedras coladas en circulo, arboles alineados, flores que desaparecen cuando nos acercamos, etc.
- No te enfrentes a grupos grandes de enemigos al principio: Los combates en Breath of the Wild requieren cierta planificación. Trata de eliminar desde lejos a unos cuantos enemigos con flechas o bombas, principalmente a los vigías, que alertarán al resto. Luego trata de enfrentarte a uno o dos enemigos como mucho a la vez, si te rodean morirás muy rápido aunque tengas mucha vida.
- Utiliza el entorno a tu favor: Antes de lanzarte cara a cara a un grupo de enemigos observa el entorno por si hay algo que puedas usar a tu favor. En ocasiones encontrarás grandes cuestas cerca de los enemigo y si hay una roca en lo alto puedes empujarla para que los aplaste. Asimismo, si hay algún árbol, puedes talarlo, prenderle fuego y tirarlo ladera abajo para dañar a tus enemigos.
- Los goblins no saben nadar: Los goblins con unos de los enemigos más numerosos de Breath of the Wild y no saben nadar. Esto puede serte muy útil, ya que podrás derrotarlos fácilmente si los empujars al agua golpeándoslos con un arma contundente o con una explosión.
- Huir no es de cobardes: Si te encuentras con un enemigo excesivamente duro no le plantes cara. Hay mucho enemigos que las primeras horas del juego te matarán de un solo golpe y tu apenas les podrás hacer daño, así que muchas veces la mejor solución es correr.
- No hace falta matar a todos los enemigos: Al principio da la impresión de que los enemigos no reaparecen, por lo que puede que tengas la tentanción de matar a todos los que te encuentres para dejarte “limpio” el mapa, pero llega un determinado punto todos los enemigos respawnean, así que no pierdas el tiempo en ello.
- Practica la Carrera Frenética: Si esquivamos a los enemigos en el momento justo en el que nos van a golpear el tiempo se parará y podremos asestarles multitud de golpes. Es un movimiento difícil de dominar, por lo que praticalo siempre que puedas con los rivales debiles. No te hará falta para derrotarlos, pero cuando avances en el juego si que será necesario para rivales más duros, por lo que cuanto antes domines la técnica mejor.
- No vendas vestimentas: No vendas ninguna pieza de equipamiento, aunque creas que ya no la usarás. No ocupan espacio en el inventario y en las fuentes de las hadas se pueden mejorar y adquirir propiedades que te serán muy útiles más adelante.
- Mejora la resistencia: Al comienzo de Breath of the Wild es recomendable mejorar la resistencia, ya que te permitirá huir fácilmente de los enemigos más fuertes (a los que no podrías enfrentarte ni aunque hubieses mejorado la vida) y escalar más alto, pudiendo llegar a los lugares donde están ocultas las mejores armas. Y no te preocupes por tener poca vida, cuando llegues a determinada aldea podrás rezar en un altar y redistribuir todos los puntos como quieras.
- Cuidado con los rayos: Si hay una tormenta eléctrica desequípate cualquier vestimenta, escudo o arma metálica que lleves, ya que atraen los rayos y pueden hacer que caigas fulminado al instante.
- Recolecta recursos: Aunque creas que no lo necesitas recolecta todos los recursos que te encuentres, no ocupan espacio en el inventario y siempre pueden ser útiles en el futuro. Al comienzo del juego presta especial atención a las rocas de mineral (encontraras muchas de camino a Kakarico), si las explotas con bombas te darán piedras preciosas y otros recursos que podrás vender a muy buen precio.
- Cocina siempre que puedas: No malgastes alimentos comiéndolos crudos. Sus propiedades se multiplican si los cocinas, así que hazlo siempre que puedas. Incluso si no encuentras un olla puedes usar tu creatividad para hacerlo. Por ejemplo si pones una antorcha debajo de una manzana en un árbol la asarás (haciendo que cure el doble de corazones) y si prendes fuego a un barril, cuando este se rompa todo el contenido estará ya cocinado.
- Experimenta recetas: Cuando cocinas no solo mejoras los alimentos, los puedes combinar para mejorar sus propiedades. De esta forma puedes crear platos que restauren muchos corazones pero que también mejores el sigilo, la resistencia a frió o calor y el aguante durante un determinado periodo de tiempo. Lo más interesante que ir descubriendo las recetas por “ensayo y error” pero también os dejamos un enlace a la app Chef of the Wild, donde las encontrareis todas.
¿Qué os ha parecido nuestra guía de supervivencia de Breath of the Wild? ¿Qué otros consejos añadiríais? Dejadnos todas vuestras respuestas en los comentarios