Como os adelantamos en nuestras redes sociales, ya hemos podido jugar a Final Fantasy XV.
Por fin terminan 10 años de espera en los que hemos vivido cambios de
equipo creativo, retrasos, reinicios, nueva dirección e incluso un nuevo
título para el juego. Poco queda de lo que en su momento fue Final Fantasy Versus XIII, pero ¿cumple las expectativas? Hoy analizamos todos sus puntos fuertes y débiles
Los aciertos de Final Fantasy XV
1. Una historia de amistad:
En la mayoría de juegos de la saga, nuestros protagonistas eran un
grupo de personas sin relación que se encuentran y pasan a ser amigos de
forma automática. Eso no ocurre en Final Fantasy XV, pues llegamos a un
grupo completamente formado y con lazos tremendamente fuertes .
Buena parte de la historia giran entorno a este núcleo solido de amigos
y nos presenta un viaje de carretera como el que ha realizado miles de
jóvenes. El juego, sin dejar de lado la épica (sobre todo en la segunda
mitad), sabe acercarnos situaciones más cotidianas que nos hacen
empatizar mucho más con los personajes que el anterior capítulo, Final
Fantasy XIII.
2. Espectacular:
Si una cosa no se le puede negar al juego es que entra por los ojos.
Los personajes tienen un modelado de una calidad increíble, cercano al
de algunas películas de animación, y los entornos son abrumadores, sobre
todo cuando los contemplamos las largas distancias de renderizado.
3. Rendimiento:
Ha sido pulido al máximo respecto a lo que vimos en las demos. Los
gráficos han alcanzado un nuevo techo y sin embargo el juego se ejecuta
en PS4 y Xbox One a 30 FPS estables durante casi toda la experiencia.
4. Adaptándose a los tiempos actuales:
Final Fantasy XV es la entrega más rompedora de la saga. Se puede
observar innovación en cada esquina. Tenemos un mundo abierto, cientos
de secundarias, actividades como la pesca o las cacerías y el sistema de
combate, la mayor innovación de todas. Pese a que quizá estos cambios
no sean del agrado de los jugadores más clásicos, es cierto que tras
numerosas entregas principales era necesario experimentar un poco.
5. Cientos de guiños:
Los guiños a la saga no termina nunca. Nosotros nos quedamos con el de
la música: en las estaciones de servicio podremos comprar las bandas
sonoras de anteriores Final Fantasy para escucharlas mientras vamos en
el coche.
Los errores de Final Fantasy XV
1. Secundarias mal llevadas:
Final Fantasy XV tiene cientos de secundarias como ya decíamos, pero su
principal problema es que muchas de ellas no son divertidas. Hay
algunas con trama, pero son la excepción. Buena parte de estas
simplemente consiste en darle un kit de reparación a alguien con el
coche averiado o una poción a un excursionista herido, un esquema de
tareas que nos recuerda a las típica misiones de relleno de los MMO.
2. ¿Demasiado abierto?:
Antes comentábamos que el mundo abierto era espectacular en su
conjunto, sobre todo cuando miramos a la distancia. Sin embargo, en las
distancias cortas muchas zonas carecen de detalles y acaban siendo muy
repetitivas. Esto se nota de forma muy acusada en el desierto, la
localización inicial del juego. Es indudable que el juego gana enteros
en su segunda mitad, cuando el mundo abierto desaparece, pues es ahí
donde la trama cobra mayor peso y empezamos a recordar que se trata de
un Final Fantasy.
3. Simplificación del sistema de combate:
No vamos a hablar si usar un sistema de combate de acción en lugar de
turnos es un acierto, eso entraría más dentro de los gustos personales.
Sin embargo si que vamos a hablar de como ha evolucionado este sistema.
En Episodio Duscae pudimos ver como existían varios tipos de movimientos
para cada arma, era necesario acudir al lado de nuestros compañeros
para activar los ataques combinados y como era necesario una mayor
destreza para realizar combos, esquivar, cubrirse y contraatacar. El
sistema final ha sufrido numerosos cambios y se ha vuelto mucho más
simple y automático, lo que nos ha dejado un poco fríos.
4. Prepárate que va para largo:
Los tiempos de carga son los más largos que hemos probado en un juego
de consola en muchisimo tiempo. Aparecen solo en puntos concretos: al
cargar partida, al usar el viaje rápido y al cambiar de zona, pero lo
compensan con una duración de más de un minuto. Si solo fueran en esas
ocasiones no sería muy problematico, la pega esta en que cada vez que
morimos el juego nos devuelve al menú principal, por lo que nos toca
repetir los tiempos de cargar… Hay ocasiones en las que estaremos más
tiempo esperando a que cargue que realizado un intento de acabar con un
boss.
5. Adiós a la conducción: En la demo Platinum se
nos mostraba el sistema de conducción. Es verdad que era bastante
tosco, pero tampoco importaba: era la primera vez que podríamos conducir
en un Final Fantasy. Sin embargo, en el juego final, el sistema de
conducción simplemente no existe, solo podremos seleccionar a que lado
ir cuando lleguemos a una intersección y acelerar o frenar en el caso de
que Noctis sea el conductor (esta opción no siempre está disponible).
Pese a todo, hemos de decir que Final Fantasy XV nos está encantando ¿A
vosotros que os parece? Dejadnos todas vuestras respuestas en los
comentarios